Homenaje a don Jorge Soto Araya (Q.E.P.D), bibliotecario de Periodismo Usach
Como una forma de homenajear a nuestro bibliotecario, quien falleció este miércoles 25 de octubre a los 61 años de edad, presentamos una síntesis de entrevistas realizadas por los siguientes estudiantes de primer año de la carrera: Clemente Bórquez, José González, Tomás Leyton, Matilde Márquez, Alonso Rosales y Nicolás Vásquez, en su primer trabajo periodístico.
Dicen que los años emparejan, y que la convivencia contagia el comportamiento de las personas y también de las mascotas. Sí. Hay mucha gente que se parece a su perro o a su gato, pero don Jorge, no.
Don Jorge era silencioso y amable. Saludaba con respeto y cariño como tratando de no molestar, ni con su tono mullido ni con el humo de su inseparable cigarro que escondía en el rincón más inadvertido del patio. Era acogedor, pues sonreía de cuerpo entero cuando alguien cruzaba el umbral que unía el pasillo helado con su mundo infinito, con los recortes de diarios, con ese olor mágico de las hojas amarillentas, con el mesón de los pedidos, y con los intrusos de siempre que pasaban la valla para hurguetear entre los estantes. Don Jorge se parecía a ese espacio completo, que era más que su amada biblioteca, pues se llenaba a cada rato de ese aire fresco que llamamos estudiantes.
Lo vamos a echar de menos porque su ausencia es lo único estridente. Y para qué decir que era un hombre bueno, sí todos los hombres son buenos cuando se van. Don Jorge era nuestro bibliotecario, en todas las dimensiones que implica esa profesión inapreciada, y eso es suficiente.
No hay periodismo sin fuentes y sin documentación, y don Jorge era muy periodista cuando auxiliaba a los reporteros nóveles que tenían que entregar la crónica que el profe les encargó para ayer. Quizás por eso, el mejor homenaje para este hombre sencillo sea una síntesis de la semblanza y entrevista que le hicieron, a principios de año, los cachorros Clemente Bórquez, José González, Tomás Leyton, Matilde Márquez, Alonso Rosales y Nicolás Vásquez, en su primer trabajo periodístico.
MANO A MANO
Hoy fue un buen día, puesto que tuvimos la suerte de conversar con uno de los trabajadores con más experiencia de nuestra Escuela. En un mano a mano, charlamos con don Jorge Soto, bibliotecario de Periodismo.
Como encargado de esta biblioteca especializada, está atento a diversas necesidades de los y las estudiantes, realizando actividades y observando la disponibilidad de las asignaturas, se dedica a actualizar las bibliografías que los profesores necesitan y a resolver los problemas que puedan tener los profesores con algunos textos, aparte de ser el nexo entre la escuela y la biblioteca central.
Nos dio diversos consejos para estudiantes de primer año. Dice que lo más importante es esforzarse mucho al principio, evitar salir tanto a carretear con los amigos, y dedicarse a los estudios en los primeros días para así relajarse un poco al final.
Tiene una larga experiencia en esta biblioteca y nos comenta que tuvo el privilegio de ver como su espacio laboral fue mejorando y modernizando. En 1994, cuando el edificio de la biblioteca ya tenía prácticamente cien años y estaba muy deteriorado, se reunieron fondos para mejorar la calidad del recinto, que fue completamente restaurado.
– ¿Se siente identificado con la Usach, con esta escuela?
– Sí. Dentro de los motivos que me llevaron a elegir la Universidad de Santiago está el hecho de que puedo convivir con diversas carreras y estudiantes, y poder hacer amistades con personas de diferentes pensamientos.
–¿Qué estudió específicamente?
– Egresé y me especialicé en la carrera de Bibliotecología y Gestión de la información, fueron 5 años de estudio hasta titularme en el año 1986.
–¿Cómo llegó a tomar la decisión de estudiar Bibliotecología?
-Es una historia bastante curiosa. A los 18 años rendí la prueba de aptitud académica y estaba decidido a estudiar Pedagogía en Historia y Geografía, pero en ese tiempo había que hacer un trámite presencial y llenar un formulario con la información de la universidad, la carrera y los datos personales. No me percaté que había postulado a la Universidad de Talca y que por temas económicos no podía residir allá. Debido a esto, estuve un año trabajando como cartero de facturas privadas y cuentas de electricidad. Dos años después me decidí por estudiar Bibliotecología en vez de Pedagogía, puesto que estaba viendo que la vida del pedagogo era bastante sacrificada y exigente.
–¿Tuvo otros trabajos antes de llegar a esta universidad?
-Trabajé en varias cosas de joven, pero cuando egresé de mi carrera universitaria me desempeñé como bibliotecario de Carabineros de Chile durante cinco años. Luego realicé la misma labor para el diario La Tercera por aproximadamente un año.
–¿Cómo fue su llegada a la Universidad de Santiago?
-Yo llegué en el año 2001 mediante un concurso para sustituir al anterior bibliotecario. Al cargo postularon alrededor de 60 personas, de las cuales yo terminé seleccionado para el puesto de bibliotecario de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago. Con el pasar de los años tomé la decisión de hacerme cargo de la biblioteca de la Escuela de Periodismo.
–¿Cómo vivió esa época en este nuevo trabajo?
-En esos tiempos los libros y los archivos de la universidad estaban mezclados, por lo cual mi trabajo era organizar toda esta información con otros colegas bibliotecarios. Era una gran manera manejar tantos documentos y, con mucho esfuerzo, se llevó a cabo una remodelación para optimizar las bibliotecas del campus.
–¿Qué es lo que más disfruta de su día a día como bibliotecario de la universidad?
-Lo que más me conmueve y me hace sentir realizado como bibliotecario es ver la evolución de ustedes, los estudiantes; verles llegar hablando tímidamente y que con el pasar de los años noto su avance y madurez. Esto me hace creer que su paso por la universidad y esta escuela les es útil y gratificante.