“31 minutos”, mucho más que una serie infantil
Antonia Mena Muñoz
07 de diciembre, 2023
Una serie que si bien está destinada a los más pequeños del hogar, llega a todos los públicos, entregando una crítica satírica de la sociedad contemporánea.
“El noticiero más veraz de la televisión”, es el eslogan de “31 minutos” serie infantil estrenada en el año 2003, donde un grupo de títeres son los protagonistas de un noticiero. Desde su debut ha tenido un lugar especial en los corazones chilenos, indistintamente sean de niños o adultos.
Si bien, la premisa es que se trata de una serie infantil, esta serie combina el humor con el ingenio y la sátira social, y ofrece, utilizando marionetas coloridas y canciones pegajosas, una crítica inteligente y sutil a la sociedad contemporánea.
Muchas veces los programas infantiles subestiman la inteligencia de los niños, pero “31 Minutos” es desafiante en ese sentido, mostrando un enfoque respetuoso y a su vez crítico de las temáticas que se tocan. Es por esto que considero que no solo se trata de una serie infantil, sino una destinada a todo público. Los temas complejos, como la corrupción, el medio ambiente, la política y la manipulación mediática, son aspectos que afectan a los adultos pero que los niños comprenden.
Esta joya satírica ofrece contenido de calidad que es amplia en su espectro temático pero también en sus públicos, y los creadores, Álvaro Díaz y Pedro Peirano, han demostrado que existe una versatilidad dentro de la misma narrativa.
Los personajes de la serie son títeres que representan arquetipos de las diversas facetas de la sociedad. Desde Tulio Triviño, el carismático pero avaricioso y excéntrico; pasando por Juan Carlos Bodoque, el periodista de “La Nota Verde” con una inclinación social y de protección al medioambiente, pero vicioso; hasta Juanín Juan Harry, el productor del programa que encarna la ingenuidad.
Cada marioneta encarna aspectos de la cultura y la política, generando instancias de crítica social a través de las situaciones que se presentan.
Música que transmite
Además, la música juega un papel central en la serie. Las canciones, que van desde parodias de estilos musicales hasta letras con doble sentido, añaden otra capa de complejidad a la propuesta. A través de la música, “31 Minutos” logra transmitir mensajes críticos de manera lúdica y memorable, convirtiendo la experiencia de aprendizaje en algo divertido y atractivo.
Si bien se trata de una sátira, la serie también muestra valores positivos, tales como la amistad. Los personajes, si bien con defectos exagerados que representan arquetipos sociales, muestran compasión y valores humanos, recordando que no todo es malo en el mundo y existe la bondad y el entendimiento.
Para concluir, “31 Minutos” trasciende las fronteras de la comedia infantil y se globaliza a otros públicos, mostrando una sátira social que puede ser entendida por pequeños y grandes, de manera entretenida y creativa, pero respetuosa.
A través del uso inteligente de elementos como humor, música y personajes creativos, y memorables, la serie ha marcado tendencia en distintos públicos, y ha enriquecido la cultura televisiva nacional a través de una producción de calidad que no excluye al humor.