Dificultades de ser candidato independiente a la Constituyente
La batalla para obtener un puesto en la Constituyente ha significado un arduo trabajo por parte de los independientes, complicaciones que otros postulantes no han tenido que atravesar.
En los últimos meses, varios aspirantes independientes a la Convención Constitucional tuvieron obstáculos para sacar adelante sus candidaturas. Terminado el plazo para inscribirse ante el Servicio Electoral (Servel) y, debido a las exigencias del proceso, muchos de ellos quedarán en el camino.
A diferencia de los sujetos propuestos por los partidos políticos y los independientes que integran sus nóminas, quienes deseaban postular sin atadura política necesitaban reunir una cantidad de firmas para lograrlo. Además, las listas conformadas solo por independientes no podían hacer pactos entre ellas o con partidos, mientras que los otros si disfrutaban de esa opción.
Ayuda insuficiente
Edgar Esperguel, estudiante de derecho y candidato por el distrito 12 (Puente Alto), comenta que lo más difícil fue conseguir gente, en especial cuando en un principio se debía recurrir a los espacios públicos. ”No hay que olvidar que estamos en una pandemia, y el contacto con las personas es mucho más difícil”, agrega. Paola Rivera, docente y pre candidata del distrito 8 (Maipú) que no perteneció a ninguna lista, considera que le fue complejo entender algunos papeles legales y apartados por si sola, gracias a la desinformación del procedimiento.
A principios de diciembre pasado, el Senado aprobó la reforma que logró facilitar las condiciones para los independientes. En general, esta consistía en bajar el número de firmas necesarias a un 0,2% de los votos de la última elección parlamentaria del distrito respectivo, y un 0,5% en el caso de las listas. Asimismo, a mediados de ese mes el Servel permitió que la ciudadanía patrocinara de forma digital a un independiente, eliminando el engorroso trámite que se realizaba ante notario.
Sin embargo, muchos consideran que estas medidas no fueron suficientes para aminorar el trabajo de los independientes. Así lo percibe Susana Riquelme, politóloga y analista institucional en la Universidad del Bío Bío, quien indica que el tiempo para patrocinar las candidaturas fue muy acotado y presentó varias fallas dentro del sistema. Con respecto a la cantidad de gente que se podía patrocinar, Riquelme menciona que esto se debe a la ley 18.700 de votaciones populares y escrutinios, precepto que espera cambie con el proceso constituyente.
La politóloga divisa que ”la mayor desigualdad en la inscripción de candidaturas fue para las postulaciones de escaños reservados para pueblos indígenas, puesto que tuvieron menos tiempo que el resto, y se exigían aún más requisitos para su inscripción”. ”Además, se pudo implementar la posibilidad de votación de inmigrantes, quienes no pudieron patrocinar pese a que llevan años en el país”, añade.
Constitución con gente común
Uno de los mayores desafíos que tuvieron, y seguirán teniendo los independientes en la carrera por la Convención Constitucional, es el hecho de competir con personajes destacados nacionalmente. Rivera cree que estos tienen mayor ventaja para ser escogidos, puesto que ”para alguien desconocido es más complicado llamar la atención en redes sociales u otros medios”.
Por otro lado, aunque Esperguel siente lo mismo, también recalca que algunas figuras que no pertenecen a la política merecen esa ventaja, como la Tía Pikachu o Daniel Stingo. El postulante agrega que los actores constituyentes deben ser diversos, que tengan presente la nueva realidad social y que estén en contacto con esta.
La activista social y candidata de Revolución Democrática (RD) por el distrito 6 (Quilpué), Alejandra Toledo, espera que la nueva Carta Fundamental sea redactada por el pueblo y no solo por expertos o famosos, ya que ”es momento de que la gente común plasme su visón y podamos expresar lo que queremos para nuestro país”.