El masivo retorno de los conciertos post COVID
Luego de dos años sin eventos masivos a causa de la pandemia, los conciertos retornan paulatinamente, despertando una nueva experiencia en los fanáticos.
Por Benjamìn Riffo, Tomás Zúñiga, Johan Gabler y Bastián Salas
The Offsprings fue el último concierto masivo que se realizó antes del inicio de las cuarentenas en Chile, el 14 de marzo del 2020 en el Movistar Arena. En aquel momento, la pandemia ya obligaba al resguardo y distanciamiento social.
Cooperativa titulaba un artículo “The Offspring en Chile: Show sigue en pie pese a la cancelación de una de las bandas”, donde la agrupación Pennywise canceló su visita al país debido a las estrictas medidas sanitarias que había empezado a tomar EE.UU.
Días después del evento, uno de los asistentes al concierto confirmó en el grupo de Facebook “The Offspring Chile” que alguien había dado positivo al virus.
Desde aquella presentación, los festivales y giras de bandas se cancelaron en Chile y la mayor parte del mundo. Lollapalooza, Creamfields, Wu-Tang-Clan, Congreso, Metallica, Billie Eilish, Kiss, entre otros conciertos masivos fueron suspendidos en el contexto de Estado de Catástrofe declarado en Chile por efecto del Coronavirus.
Algunos de estos fueron reagendados, como por ejemplo Metallica para diciembre del mismo año. Pero debió ser reprogramado por nuevas problemáticas asociadas a el covid-19.
En abril del 2021, el medio La Tercera, informó que según una encuesta realizada por Puntoticket, “un 84% del público está dispuesto a volver a un show en pandemia y 93% aprueba ingreso sólo para vacunados”.
En el mismo año y meses, festivales y conciertos masivos ya se llevaban a cabo en Europa y algunas ciudades de EE.UU. En América Latina y otras partes del mundo, el proceso fue lento.
El gobierno de Chile en aquel momento había anunciado cambios en el plan Paso a paso, permitiendo recitales con público, aforo limitado y pase de movilidad, que funcionaba como seguro de estar vacunado y requisito en cualquier parte para acceder a lugares cerrados.
El boom de los conciertos
Fueron dos años sin conciertos masivos en Chile. Mucha gente se quedó con su entrada en mano, pasajes, reservas en estancias y preparativos interrumpidos por la pandemia. Dos años de espera, donde las personas por obligación y salud, tuvieron que alejarse de los estadios y recintos que solían recibir a las bandas más reconocidas.
Con la flexibilización de las restricciones sanitarias en el segundo semestre del 2021, se comenzaron a agendar conciertos y festivales de música de asistencia masiva para el año 2022.
Después de tres años se realizó Lollapalooza, tras ver suspendidas sus ediciones del 2020 y 2021, volvió con un line-up de artistas de talla mundial como lo son Foo Fighters, The Strokes, Miley Cyrus, Martin Garrix y Doja Cat. Este fue el primer evento masivo en Chile post-pandemia, con una asistencia de 225 mil personas.
Daddy Yankee, Bad Bunny, Coldplay, Dua Lipa y Rosalía son artistas que dentro de su gira pisaron suelo nacional realizando presentaciones. También está el caso de Metallica y Harry Styles que habían anunciado sus conciertos en años de pandemia y que finalmente pudieron concretar sus eventos en el presente año.
Un fanático de verdad
Ricardo Mercado (27) es músico y tiene una banda tributo a Metallica, pues es fanático del conjunto musical. Este año realizó la gira junto a los históricos metaleros por toda Sudamérica, pasando por Chile, Argentina y tres ciudades de Brasil. Escuchó diferentes setlists, sacó fotos y compartió su travesía mediante sus redes sociales.
Comenzó a saborear esa sensación única que te da ver a su banda favorita en vivo. Esa adrenalina que te cubre toda la piel y la emocionalidad que transmiten los artistas es una experiencia inigualable.
Ricardo aprovechó el fin de las restricciones de Covid-19 a nivel mundial para poder asistir a los seis conciertos que Metallica realizaría en Sudamérica. Si bien las entradas las había adquirido antes de la pandemia, existía una incertidumbre de cuándo se iban a realizar estos eventos, una que lo llenó de motivación para el 2022.
Para Ricardo Mercado la postergación del concierto de Metallica fue algo muy duro, por diversos factores, principalmente económicos.
“Las seis entradas las compré en la preventa de cada país antes del COVID, antes de la pandemia, antes de todo. Yo tenía los pasajes, los hoteles y en el momento en que llegó la pandemia fue como, que pasó, que onda, estaba preocupado, había plata en juego, había tiempo”.
Para su suerte, la flexibilización de las medidas y la reprogramación de los conciertos, incluyendo a Metallica, hicieron que esa euforia y ese boom por los conciertos sea casi un fenómeno popular.
Siguiéndolos por el continente
Ricardo, quien siguió a su banda favorita en esta región del mundo, contó lo impresionante que es estar tan cerca de esos artistas que admiras. Al respecto de los conciertos como tal.
“salen con un set distinto, mi favorito fue Porto Alegre, ahí tocaron varios temas que a mí me gustan, uno piensa en las distintas canciones que van a tocar en cada país y esa euforia de no saber qué van a tocar es bacán”.
Si bien la travesía comenzó en Chile, luego Ricardo tuvo que pasar por otros dos países, quedándose en hostales en el caso de Brasil. En el caso de Argentina, fue por el show y al otro día se devolvió para luego ir a Porto Alegre.
“ … dentro de la gira, me pasó que no estaba tan acostumbrado a viajar tanto en avión, hice muchas escalas, además fui solo y había momentos en que me daba tristeza porque extrañaba a mi familia. Por otro lado, en Brasil me daba miedo que tuviera que necesitar algo porque se hablaba un idioma totalmente distinto”.
El fanático de Metallica también expresó su opinión respecto a la diferencia entre los públicos que observó en la gira.
-Oye, ¿qué onda los públicos entre los países?
-Mira, acá en Chile la gente vacila, se vuelve loca en los conciertos, en Argentina también, pero en Brasil la gente se paraba por medio metro y no hacían mocha, no hacían nada.
-¿De verdad? Pensaba que también eran eufóricos.
-Sí, cacha que yo llegaba y en todos los conciertos de Brasil quieren rejas, los brasileros son super relajados en ese sentido. Acá en Chile recién al cuarto tema puedes respirar, los primeros temas no los disfruté, no los vacilé, nada.
Violencia en eventos masivos
El ejemplo más claro de violencia han sido los shows de Daddy Yankee en el Estadio Nacional. Miles de personas se juntaron en las afueras del coliseo ñuñoíno para entrar por la fuerza, generando así un enorme caos.
Se estima que cuatro mil personas lograron entrar sin un ticket, mientras que una considerable cantidad de personas que había comprado su boleto no pudo ingresar, culpando a la productora de estafa. Los incidentes ocurrieron también dentro del estadio, donde se reportaron peleas e incluso asaltos.
Otro episodio ocurrió con el show de la leyenda del punk Billy Idol, quien pisaba por primera vez tierras nacionales. El concierto, que ocurrió en el Teatro Caupolicán, debió ser suspendido momentáneamente, puesto que afuera un montón de personas realizaban desmanes para poder ingresar gratis y los encargados de seguridad del evento accionaron extintores para poder disipar a los delincuentes.
El humo de los extintores llegó a afectar al cantante, provocándole tos e irritación en los ojos, haciendo así que se tomara una pausa de 30 minutos para volver al escenario.
En ese mismo recinto se presentó la banda francesa de metal Gojira, donde un grupo de aproximadamente 80 personas intentó ingresar por la fuerza para ver el espectáculo. Los sujetos rompieron rejas, como también tiraron objetos como botellas en contra de los guardias, resultando dos de estos con lesiones leves. Se tuvo que recurrir a carabineros para detener la avalancha.
Cabe destacar también el nivel de desorganización de algunos eventos que se han desarrollado en este periodo post pandemia. El ejemplo más cercano fue lo ocurrido con el Music Bank, un festival de KPOP que se desarrolló en el Estadio Monumental.
Hubo errores en las señalizaciones del recinto, como también en la coordinación de los horarios, lo que llevó a un caótico ingreso al estadio, con largas y aglomeradas filas.
Pero lo realmente preocupante fue el hecho de que la organizadora aseguró que estaban todas las condiciones para realizar un show con lluvia, sin embargo, este debió ser cancelado cuando solo tres de las seis agrupaciones se habían presentado, debido a las condiciones climáticas. Noix Producciones recibió más de 2400 denuncias al Sernac.
También está lo ocurrido en el concierto de Metallica, el cual estaba originalmente pactado a ser en el Estadio Nacional el año 2020. Por la pandemia, se debió posponer dos años después, sin embargo, también se debió reemplazar el recinto, pues el Estadio no estaba disponible.
La locación elegida por la productora DG Medios fue el Club Hípico y debieron adecuar casi de improviso todas las ubicaciones de un recinto a otro. El resultado del cambio fue caótico, pues se generaron filas de hasta 3 horas para poder acceder, confusiones con respecto a las locaciones, guardias que no revisaban las entradas, entre otros.
Durante el espectáculo, muchas personas tuvieron problemas con la visibilidad, por lo que debieron subirse a algunas rejas e incluso a un camión de la producción para poder observar el escenario. Al término, los asistentes se encontraron con problemas de señalización, como también con el barro provocado por la lluvia del día anterior, generando así un dificultoso regreso a casa.
My Work Up
Debido a la gran cantidad de conciertos en el país y en la capital en específico, es que llegó la aplicación My Work Up, que te permite trabajar en los conciertos debido a la gran necesidad de personal.
“Crear tu perfil, subir tus papeles de antecedentes y, en ese tiempo, subir también el pase de movilidad, no te dejaban entrar si no tenías las vacunas al día”, nos comenta María Elena Canales, una joven que se dedica a trabajar en eventos publicados en la aplicación.
“En mi primer evento el trabajo era ser acomodadora, consistía en llevar al público a sus respectivos asientos. Nos citaron a las 3:30 pm, pero el evento en sí comenzaba recién a las 5pm y ese día nos tuvieron parados en las puertas desde las 5 hasta las 10 de la noche. La paga era mala, alrededor de 12 mil pesos, nos daban una colación que era un brownie y un jugo y a la salida nos dieron un pan, era demasiado el agotamiento físico en comparación a lo que se pagaba. Mi segundo trabajo en la app fue de cajera y la experiencia fue totalmente distinta, pagaban más y tenía silla, me pagaron 25 mil por 12 horas”.
El trabajo no solo se remite a una labor, sino que a todo lo que envuelve a un concierto.
“Se puede trabajar como corta tickets, en informaciones, en avanzada (estacionar los vehículos que tienen convenios con Movistar, como Coca Cola, etc.) y como bandejera (vender productos y se gana extra por comisión). Ya no se reclutan tantas personas como era antes, los supervisores se aseguran con gente que ya conocen y los llaman a ellos, prefiriendo calidad antes que cantidad”
El retorno de los conciertos fue masivo, así lo confirman los relatos y datos. Aspectos como la desorganización y la agenda de eventos pospuestos fue el desafío de las productoras y no siempre sale como corresponde. No obstante, la ansiedad de los fanáticos se acabó, puesto que los recitales volvieron a lo grande.