Un fuera de juego fuera de lugar

Por Benjamín Celpa Arenas

El 22 de noviembre se vivió una de las sorpresas más grandes en la historia de los mundiales, Arabia Saudita dio el batacazo y venció por 2 a 1 a la selección Argentina. Sin embargo, el encuentro contó con tres goles anulados a la albiceleste, y con uno especialmente polémico, el del minuto 37, convertido por el delantero Lautaro Martínez.

El pase y la definición habían sido perfectas, pero cuando todos los argentinos se abrazaban, el juez esloveno Slavko Vincic recibió el llamado del VAR y fue cuando actuó el polémico offside semiautomático, y justo en el momento en el que se ve por la transmisión la imagen digital de la posición de adelanto, comienzan los alegatos y las críticas por la finitud de esta regla.

¿Realmente Lautaro sacó ventaja deportiva al estar su hombro en posición de adelanto? Ni siquiera utilizó esa superficie para después forcejear con algún rival y menos para anotar el gol. Entonces, ¿por qué en el fútbol son tan quisquillosos con estos offsides milimétricos? ¿Por qué no mejor se le otorga un cierto margen al delantero para eliminar estos fuera de juego?

Desde la temporada 2021/22 en la Premier League de Inglaterra, se ha buscado eliminar los fuera de juego milimétricos, ya que al momento de medirlos, si las líneas que se trazan para determinar la posición del defensor y del delantero se están tocando, la jugada no se anulará, a pesar de que la del segundo jugador se encuentre más adelante que la del primero, otorgando así mayor naturalidad al juego.

Aunque esté comprobado que el margen que gana el delantero con esta regla no supera los 5 centímetros, aún así se transforma en una manera de “humanizar” más este tipo de jugadas, ya que por ejemplo con esa mínima diferencia, Lautaro Martínez habría convertido el segundo gol para su selección y la historia del partido habría sido totalmente diferente.

https://youtu.be/1eS5r5T2sYM
Resumen del partido Argentina vs. Arabia Saudita