Las olas del feminismo en Chile
En Chile se han experimentado tres olas feministas a lo largo de la historia. Siendo la última de estas, la de mayo del 2018 con las tomas feministas universitarias.
Primera ola
La primera ola feminista chilena surgió en los inicios de las décadas del 1900, teniendo como objetivo principal la emancipación de las mujeres y la lucha por una igualdad de derechos políticos, en donde se exigía el derecho a voto y a la postulación de ellas mismas a estos cargos. El movimiento consiguió el sufragio femenino en 1934 para las votaciones municipales. Sin embargo, el voto para las elecciones presidenciales y parlamentarias no se efectuó hasta 1952.
En la década de los 30, surge el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH), una organización multiclasista, que tenía como finalidad, no solo obtener el sufragio femenino, sino que también, la protección de la maternidad obrera. Además, el MEMCH editaba un periódico llamado “La Mujer Nueva”, que estuvo en circulación entre 1935-1941, sitio en el que se compartían publicaciones por el control de la natalidad, los métodos anticonceptivos, e incluso, cómo luchar contra el aborto clandestino.
Segunda ola
La segunda ola feminista en Chile ocurrió durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando las mujeres feministas comenzaron a movilizarse utilizando el lema “democracia en el país y en la casa”. Además, de también cuestionar los roles de género que se desarrollaban en el país. Sin embargo, las autoras Catherine Reyes-Housholder y Beatriz Roque en su artículo “Chile 2018: desafíos al poder de género desde la calle hasta La Moneda”, indican que con la transición hacia la democracia, el movimiento feminista perdió su relevancia pública. Debido a que la dictadura creó una división en las mujeres feministas, en aquellas que eran militantes y en las que eran autónomas. Debilitándose así, la segunda ola.
Tercera ola
La tercera ola feminista ocurre en mayo del 2018 cuando Chile experimentó un aumento de las marchas de mujeres contra la educación sexista y la violencia de género, lo que llevó a un incremento de las tomas feministas en las universidades de todo el país.
Sobre si el país sigue viviendo esta tercera ola, la periodista feminista y candidata a concejala de Las Condes, Isidora Alcalde, señala que el sistema capitalista “reproduce la desigualdad social y de género, entonces es muy difícil enfrentar de raíz esa desigualdad si tienes un sistema que no lo permite. Y mientras este sistema siga siendo tan marcado, creo que seguirá la ola”. Además, destaca que el cambio más significativo de esta ola, fue el cultural, ya que “si bien las lógicas patriarcales vienen de miles de años, se pudo avanzar en ciertos mínimos que antes no se discutían (…) Lo que sí, queda mucho aún, ya que son estructuras y lógicas muy vinculadas al sistema económico”.
A pesar de que existió una participación de la mujer entre la segunda y la tercera ola, como lo fue la campaña “Ni una menos”, o incluso, el nombramiento de Michelle Bachelet como presidenta de Chile y sus creaciones como el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y las políticas pro mujer que declaró, estas no surgieron de alguna organización feminista activa. Por este motivo, se considera que la fecha de inicio de la tercera ola es con el comienzo del movimiento de las estudiantes universitarias. Un grupo feminista activo, que denunció los abusos y desigualdades que ocurrían dentro de las salas de clases. Lo que provocó un cuestionamiento de la sociedad chilena patriarcal y machista.